Cómo responderle a alguien que afirma que “la música criolla ha muerto” , por Fred Rohner

0
2454

Siempre, a fines de octubre, dejo de ser un humilde obrero de la educación, pues por pocos días los medios se acuerdan de que el 31 de octubre se celebra –por decreto oficial—el día de la canción criolla y buscan a quien pueda hablares sobre las jaranas, los callejones y cualquier cosa que pueda parecer criolla, y que puedan embutir en el espacio que un oscuro editor les ha dado en su sección de entretenimiento.

Como hace unos años comencé a estudiar el vals -como un académico serio, aunque nadie lo crea- alguien declaró que en la Católica había un criollólogo, y desde entonces, cada octubre, envían a algún joven periodista -practicante, la mayor parte de las veces, porque muchos ponen cara de ‘me prestas un sol pal pasaje’- a hacerme, año tras año, las mismas preguntas. Como siempre suelo responder de manera educada, voy a aprovechar esta oportunidad que me dan los panfletos para responderlas como realmente quisiera.

Periodista: ¿La música criolla está muriendo?
Yo: No, muriendo estás tú, de hambre, por trabajar gratis. La música criolla no está muriendo, solo que ya no es la música oficial y por lo tanto ya no acompaña los actos del Estado y no recibe auspicio de él, pero hay un montón de personas que se reúnen casi todos los días de la semana a hacer música criolla y no, no son solo un montón de viejitos carcamanes.

Periodista (replica): Pero, ¿se va a morir pronto?
Yo: pronto se va a morir tu abuela. La música criolla mantiene hasta ahora vitalidad. Hay chibolos que la cantan (pocos, pero son, Vallejo dixit); hay personas componiendo valses criollos, otros géneros sí es posible que estén ya despareciendo. ¿Va a morir? Seguro, algún día. Por ahora no.

Periodista: ¿Pero por qué entonces ya no vemos a las grandes figuras del criollismo en los programas de televisión dedicados a esta música?
Yo: (A) Solo hay un programa (y sufi, en serio). (B) porque están muertas o tienen 90 años, y antes que salir en la tele prefieren una sopa de pollo, corazón (cuando mandan a alguna guapa). Calcula que el momento cumbre de la música criolla fue en la década de 1950, el momento de sus rockstars; solo si aprendiste matemáticas en el cole y algo de probabilidades habrás echado pluma de que estos señorones y señoronas debieron nacer como mínimo en la década de 1930; es decir, podría ser tu bisabuela a la que nunca le diste pelota y que crees que es otro mueble de tu casa.

Periodista: ¿Por qué no pasan música criolla en las radios?
Yo: Sí pasan, pasan la misma todos los días, pero pasan. Yo escucho a los Dávalos y me da hambre. La pasan a la hora de almuerzo, al menos tres radios. Ósea, hay más radios que transmiten música criolla que música clásica y no vas a preguntarle a nadie “¿la música clásica está muriendo?”… y a esa ahora sí que la mantiene el Estado.

Periodista: Ya, pero, ¿por qué los jóvenes no se identifican con la música criolla y prefieren escuchar a Yahaira que a Bartola (con sonrisa socarrona, porque ella es joven y yo ya no)?
Yo: (reponiéndome de haber imaginado a Bartola en tanga moviendo totó) Porque Lima, criaturita, creció en muchos sentidos. (A) Los habitantes de este humilde poblacho ya no se consideran herederos de una tradición cultural criolla limeña; sus abuelos son de Puquio, de Catacaos, de Lamas, de cualquier sitio que imagines. (B) porque aunque su ‘linaje’ los haga limeñísimos y hubiesen nacido en la plaza de Santa Ana (la maternidad de Lima, pa ti), ya no tenemos solo 3 canales de TV y 10 radios que acababan su programación a las 12 de la noche con el himno nacional. Los jóvenes, como tú, escuchan lo que quieran escuchar, en Youtube, en Spotify, en lo que les dé la gana. (C) Escuchan todo eso porque son modelos culturales externos a los que aspiran, porque todos los medios les han dicho que a eso deben aspirar.

En ese momento la dulce practicante me dice “podemos hacerle una foto y terminamos”, yo sonrío para la foto y me despido murmurando todo esto que he escrito aquí. Adiós.

Previous articleEditorial: Trump, la post-verdad y la peruanización de la política estadounidense
Next articleVelasquismo electrónico: 20 canciones con instrumentos eléctricos y electrónicos producidos gracias a Velasco

LEAVE A REPLY

Please enter your comment!
Please enter your name here