(Agencias Autóctono y Salvaje) ¡MISERIA! La reconocida poeta, performer y artista plástica POISON DE LA MALA MER (2 meses de edad) ha sido reconocida por el Ministerio de Cultura como la Primera Cucaracha de la Nación. “Su arte poética genera rupturas entre los paisajes cotidianos de la miseria y la calle que se configura como un escenario que capta emociones distantes y latentes que trasuntan un género litetario propio de las cucarachas… o sea de los poetas”, declaró un crítico literario después de acosar al pobre chanchorreportero. “Soy profesor de literatura hispanoamericana, hice mi doctorado en Estados Unidos. Mira, te puedo ayudar en publicar algunos de tus escritos. No sé, piénsalo. Quizás si nos tomamos unos mojitos… Grrr”
POISON DE LA MALA MER performa como cucaracha desde que nació y eso ha generado el aprecio de la comunidad de literatos peruanos. “Su sensibilidad nos otorga paisajes urbanos que se amalgaman con la sensación de la soledad y desesperación de ser asesinada por un potente Baygon”. Pero no todo es alegría en la prolífica vida de la cucaracha. “Cuando pinto mis cuadros con mi caca siento un vacío interior… pues confieso que he amado… a un viejo poeta que ahora es profesor de redacción en la UPC”, declara entre sollozos la POETA DEL PEDÚ.
Su póyesis, su sensibilidad, su manto poético, su hora azul, su castillo de Estambul y su capacidad para ser totalmente inútil para la sociedad le ha generado también… caos y penurias. Es recordado el caso de denuncia contra el poeta Florencio Flores (66) por no haberle pasado la pensión para mantener a sus pequeños insectos.
“Ese desgraciado me enamoró cuando yo era joven y bella. Se llevó los mejores días de mi vida. Lo conocí en un Coloquio de Literatura en UNMSM. Yo era la organizadora y él era solo un poeta más. Lo vi buscando comida en el tacho de basura y yo ingenua le ofrecí cobijo y amor, me recitó algunos poemas de Benedetti porque me gusta la mierda dulce y allí me enamoré. Ahora mis dos mil hijas todas las noches me reclaman la presencia de sus progenitor”, declara entre lágrimas que dividen el día y la noche pues se convierten en los claros espejismos de un alma torturada en deudas y amores cucarachiles que nunca llegarán.
Al cierre de esta nota, POISON DE LA MALA MER recibirá lo que nunca ningún poeta peruano ha recibido: un trabajo de verdad. “Me han ofrecido trabajo limpiando baños con la lengua en la MML. ¡Muchas gracias MINCUL! Ahora sí podré vivir dignamente”. Seguiremos informando.