Dear Uncle Vladi, no puedo dejar de llorar mientras te dirijo estas líneas cargadas de confusión mezclada con decepción. This is very hard for me. Me enamoré hasta dejar a mi familia, peleando con mis amigos, todo por él, quien me vendió una ficción, además de sus sobrecitos de On con ganoderma para fortalecer mi sistema inmunológico. Help me! Please!
Todo ocurrió mientras yo acudía a mis clases, como de costumbre, ¿manyas? Mis BFFs, Mapi y Lucía tardaron más de lo normal en llegar al Starbucks, aquella tarde de verano. However, it was nota all bad, dear Uncle Vladi. Él llegó oliendo a perfume Brut de farmacia, pero luciendo un terno impecablemente alquilado. Su silueta reposaba al lado de mi mesa. Se le notaba hiperventilado. Yo me preguntaba “O sea, What happens? Que se quite el saco este pacharaco, si estamos en verano”. Pero su mirada se clavó en la mía y luego de decirme: “¿Quisieras ser tu propia jefa?”, algo se derritió en mí.
Al inicio, y con el transcurrir de los días, supe hacerme la complicada. Básico, Uncle Vladi. Sin embargo, él no supo rendirse y creo que eso me cautivó. ¿Quisieras que te agende para una reunión? –insistía. ¿No desearías conseguir la emancipación financiera? – me preguntaba. Yo le respondí – ¿En qué trabajas? Solo sabía responder: Soy CEO & Founder, mami. Nada más. Pasaron las tardes y luego de mucho, los vasos compartidos de Frappé se hicieron dulcemente rutinarios. Me acostumbré a verlo llegar agitado, siempre con su portafolio y el mismo terno de mierda, pero con diferentes corbatas. How cute! Él creía que nunca lo noté. Salimos, le di la chance, y yo me di la oportunidad de salir con… ¿Cómo le dicen, Uncle Vladi? ¿Emprendedor? –Bueno, eso.
Yo pensaba que todo iría bien, que me convertiría en la compañera de sus anhelos por llegar a ser un nuevo rico. No tenía nada de malo, nada parecía extraño hasta que luego de llevarlo a casa por algunas semanas, me llevé la gran decepción. Mitad de mi familia ya había sido enyucada. A casi todos mis amigos ya les había metido la rata, y yo no me di cuenta, Uncle Vladi. Discutí con ellos, con todos. Lo busqué en sus eventos y encuentros de vendedores diamante, me sumé a las cojudeces esas de las redes de mercadeo, y luego de aflojar a varias cajitas de Vitaenergía, solo recibí un mensaje de voz al whatsapp: “Fernanda, lo siento mi amor, termino de vender mis sobres de BioPro+ y te compro ese vestido en Zara que tanto te gustó”. Ya no quiero nada de él, ni de Fuxion. What should I do?!
Consejo del Tío Vladi
montesinosSweetie! That’s so awfull… Pero no te desesperes. Lo primero, deshazte de toda esa cochinada que es puro floro. Mira si no al Angelito del Deporte, le zamparon un conteiner de On y sigue jateando como gran pendejo. No sirve. Segundo, evita ser tan monga. Sorry, pero es la verdad. No puedes ir por la vida, aflojándole a cualquier feo que llega a hacerte el habla con un buen terno. O sea, Hello! Si te gustan de color humilde y en sastre, en todo caso que sea del Grupo 5 o de Los Hermanos Yaipén. Serán marrones pero por lo menos, no te ensartarán en cojudeces. Te quiere tu tío sukistrukis. Kisses.