El hoy prófugo de la justicia Rodolfo Orellana, famoso por haber sido financista y artífice de varias de las campañas del ex presidente regional de Ancash, César Álvarez, no solo habría contado con empresas fantasmas dentro del territorio peruano, sino que, además de registrar operaciones hasta en la China, una reciente investigasión de El Panfleto Perú detectó que gran parte de su capital también era lavado en inversiones en Atlántida, Narnia y Klingon.
Según documentos a los que tuvo acceso nuestro medio -cifrados en lenguaje Klingon varios de ellos, lo que complicó la redacción de esta nota-, una de las empresas vinculadas a este oscuro personaje se dedicaba a captar humildes ciudadanas del oriente klingonés para prostituirlas en lugares como el Imperio Estelar Romulano, donde acaudalados humanoides pagaban con oro los servicios que intermediaba Orellana.
Mientras tanto, se supo que la empresa en Narnia estaba relacionada al tráfico de leones parlanchines, los que eran extraídos del ropero para actuar en circos del mundo real. “El señor Orellana ya había vendido cerca de 55 felinos a circos de todo el mundo. Afirmaba que todos se llamaban Aslan”, indicó un fiscal encargado del cago. Se supo, también, que el dinero que provenía de ese ilícito negocio era reinvertido en el cambio de aceite mensual que se le hacía a la camioneta del fiscal de la Nación, Carlos Ramos Heredia.
Su presencia llegaría a Júpiter y Saturno
Al cierre de la nota, se supo que habitantes de Júpiter y Saturno denunciaban maniobras dudosas de este truculento empresario en sus planetas, mientras que en la Tierra ya no se registraba lugar alguno en el que él no haya delinquido. Las investigaciones apenas empiezan, mientras que la NASA ha ofrecido su apoyo para seguir rastreando sus redes mafiosas en el resto del universo.
