(Agencias Arraganes) A través de El Panfleto Perú, un joven que se identificó como Charles Brown (o Carlos Marrón para sus amigos de la UPC) pidió ser víctima de “racismo inverso” para sentirse blanco y lograr mejores oportunidades en la vida. Brown sostuvo que está dispuesto a recibir insultos como “pituquito” o “blanquiñoso” con tal de lograr el puesto que un compañero suyo alcanzó gracias al color de su piel.
“¿Se acuerda de ese español desempleado que llegó a Lima hace un año asegurando que fue torero en Málaga, pero solo vendía paella en la Teleferia? Ya. Ahora ese huevón que le decían “el gringo” hasta tiene una camioneta 4×4 solo por ser extranjero . Cuando yo exijo un aumento de sueldo si quiera, me tildan de igualado, resentido y arragán”, sostuvo Brown.
Sin embargo, Brown reconoció que la empresa se está esmerando en aplicar políticas de inclusión social para que la gente chola del trabajo también salga en la portada de la revista institucional. “Seguimos recibiendo un sueldo de mierda, pero al menos ahora los gerentes piden tomarse fotos con nosotros, como parte de sus actividades de Responsabilidad Social Empresarial”, explicó.
Testimonio
Uno de los gerentes de la empresa aseguró sentirse indignado por su condición de blanco estereotipado por la China Tudela y por el doctor François Müller Miró Llosa Althaus de la Jaus. Denunció ser víctima de “racismo inverso” por parte de una mayoría resentida que le enrostra sus privilegios y los 30 mil soles que él sí tiene la posibilidad de ganar mensualmente.
“Puta, alucina, que he visto cómo gente de mi clase social (A/B pues, ¿manyas?) sufre el racismo inverso en nuestras playas de Eisha. Puta que nosotros también somos víctimas, alucina. Padecemos el acoso de los cholos a los que le damos trabajo. O sea, mal agradecidos todavía. Nos insultan llamándonos “pitucos” y “creídos blanquiñosos”. Lo que no saben es que nosotros sufrimos mucho mientras nos drogamos y bailamos en esa discoteca a la que ellos nunca ingresarán”, dijo a El Panfleto Gustavo Enrique del Prado Grande Baquijano y Carrillo Faverón, el popular Tavito.