(Fuentes tituladas) Un estudiante de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, la De-CANA de América, ha logrado terminar su carrera de sociología en solo 2 años al convalidar como horas lectivas la gran cantidad de tiempo que le dedicó a repasar las materias mientras se encontraba en el transporte público.
En efecto, Palomo Holgazani, fumón de mierda estudiante de sociología, logró aprovechar una laguna normativa en el reglamento académico respecto a la dedicación de las horas lectivas en los cursos, así como en la asignación de créditos semestrales, y pudo terminar la carrera en solamente dos años. Todo esto sucedió porque, según él, “me di cuenta que, como limeño promedio, pasaba demasiado tiempo en el transporte público, el cual comencé a dedicar a mis estudios de manera religiosa. Así pues, demorándome 3 horas al día entre custers y buses (una hora y media de casa a la universidad y viceversa), saque la cuenta que le dedicaba 600 horas al año (5 días a la semana durante 40 semanas) a mis materias dentro de estos vehículos. Esas 600 horas son el equivalente a 12 cursos compuestos de 50 horas lectivas. Con ello, habiendo repasado de antemano lo que tenía que ver en cada curso, solo me presentaba al examen parcial y al final buscando pasarlos como sea. Y así lo hice. Lo único que me faltaba eran las prácticas pre-profesionales pero, afortunadamente, yo de noche trabajo medio tiempo como mozo de chifa en mi barrio. Pocas cosas más sociológicamente relevantes que este acercamiento etnográfico al mundo cotidiano de la mistura gastronómica de países de gran tradición histórico-culinaria. Además, con esto que las mineras están en crisis, como que hay acostumbrarse a las nuevas chambas en el mercado científico social. Así que demostré mi certificado laboral y ya tenía convalidado esos cursos también”.
«Bienvenidos al Congreso de Sociología. Nosotros somos los profesores»
“Bienvenidos al Congreso de Sociología. Nosotros somos los profesores”
No obstante, Palomo no la tuvo tan fácil. Y es que le pidieron ciertos requisitos para poder convalidar esas horas en el transporte público como tiempo en el que ha estudiado las materias en cuestión. “El primero de ellos fue que la atmósfera de estudio fuese lo más parecida a un aula de la Facultad de Sociales de San Marcos. Y, bueno, eso lo cumplí al toque porque –mientras estuviera sentado- hasta el Chama más lleno tiene menos distractores y está mejor cuidada que un salón de Sociales. Y es que ahí no tienes sikuris practicando a tu costado la misma canción de siempre o facultades cerradas por los rojos. El segundo requisito fue que consiguiera a un tercero neutral que pudiera asegurar que el tiempo que le dedicaba al estudio era el que decía. Para eso conseguí que el cobrador de la custer (que afortunadamente era el mismo de mañana y tarde) me pusiera la hora y fecha que subía y bajaba diariamente en cada viaje. La medida causó algo de polémica pero convencí a las autoridades al señalar que el cobrador en cuestión era un profesor de mi facultad que se encontraba cachueleando como muchos otros. Así pues, pude terminar mi carrera en dos años. Y ahora sí podré juntar mi platita para perseguir mi sueño profesional: el taxi propio. Ojalá se cumpla”, finalizó el joven.
Debido al éxito del caso de Palomo, universidades crean facultades dentro de Custers y Buses
Al ver la gran expectativa que ha causado el caso de Palomo en muchos estudiantes vagos de mierda que pretenden terminar lo más pronto posible su carrera, la Universidad Alas Peruanas y la empresa de transportes Orión han establecido una alianza para crear las primeras facultades móviles en sus vehículos. Estos han sido equipados con lo más moderno en pedagogía universitaria: una pizarra de mierda y un profesor mal pagado. Las primeras carreras que se enseñarán es ingeniera civil (mostrando los huecos y el mal ordenamiento vial de la capital) y medicina humana (para socorrer a los heridos que produzca cada choque). Le deseamos los mejor a los próximos cachimbos.