(NN, 31, Barranco) Ahora que tengo un poco de tiempo, te escribo desde las oficinas de mi chamba. Son las 12:32AM y antes de que me dé derrame cerebral quiero escribirte. Tío Vladi, creo que debí seguir ayudando a mi vieja en la bodega familiar. Acomodar las Glacitas es más digno que trabajar en la ONG donde desde hace tres años laboro como un minion explotado. Al menos mi vieja me trata como ser humano al ayudarle a acomodar los fideos Don Vittorio, pero en la ONG “CHANCRE” no. Mi horario de trabajo inicia a las 6:00am porque yo soy el responsable de abrir la puerta del local, además de encerar el piso con mi lengua y limpiar con mi camisa el polvo del escritorio de mi jefecito. Es una tortura el viaje porque yo vivo en el paradero Chacas. Tengo que tomar tres carros, dos mototaxis, un cohete espacial y el metropolitano para siempre llegar temprano de lo contrario me llaman la atención. No importa, yo lo hago con amor porque me prometieron ascenso en CHANCRE, pero hasta ahora nada. Pensé que con los años mi situación financiera mejoraría, no obstante, sigo recibiendo salario mínimo hace tres años. Mientras que la hija de la investigadora principal gana el triple que yo a pesar de que no egresa de su especialidad. ¿ES ACASO ESO JUSTO, TÍO VLADI?
¿Qué? ¿A qué se dedica la ONG donde laboro? Se dedica a ser un centro de investigación donde desarrollan e implementan proyectos para ayudar a la doorpeople como yo. A pesar de ser una organización donde no buscan el lucro, han lucrado con mis esperanzas, mis sueños y mi corazón de panetón durante todos estos años. Ojalá que fuera único mi caso, pero si tú vieras, tío Vladi, al ejército de minions que trabajan todos los días hasta la medianoche. ¿Derechos laborales?, ¿Vacaciones?, ¿CTS? Ellos están más allá del bien y el mal. Nadie los fiscaliza porque son una organización “sin fines de lucro” (¡JA! ¡CLARO! Y el carro de mi jefe se pagó con Glacitas). Cuando quise formar un sindicato, inmediatamente me llamaron a la oficina del JEFAZO: “Ok, NN. ¿Por qué esta necesidad de dividir a un equipo que trabaja para visibilizar y conocer los problemas de la realidad nacional? Tranquilo, tómalo con calma y vuelve a chambear. Ahora estás pagando piso. Todos hemos pagado piso, vuelve a chambear, chico. Aquí estás ganando experiencia y prestigio. Te estamos también pagando con prestigio. ¿Tú sabes cuánta gente desearía estar ahorita bajo mis zapatos?”. Es fácil decir “pagar piso” cuando te apellidas Müller o Glave, tío Vladi.
De tanto laborar allí, ahora me encuentro en situación de extrema pobreza. Mi canasta básica familiar es un desastre porque apenas puedo comprar dos menues al mes y luego tengo que gorrear las galletas que usan para el coffe break. Pensé mudarme del paradero Chacas, pero con ese sueldo no puedo ni invadir una losa deportiva. Mis compañeros y yo hacemos olla común para no pasar hambre durante el mes. A veces se olvidan de depositar nuestros sueldos y tenemos que pedir prestadito a nuestros viejos: “¡CARAJO! ¡Tantos años estudiando sociología para que después vengas a pedirme más plata! Yo te dije que estudiarás marketing como tu primo Wilson. Ahora él tiene dos cabinas, ¿y tú?”
Tío Vladi, me dicen que debo seguir pagando piso y que si demuestro que tengo camiseta institucional me harán una buena carta de recomendación para el posgrado….pero ya tengo más de 30 años y me cansé de tanta vaina: ¡quiero ganar bien para poder ahorrar y pagar la primera cuota de mi mototaxi! Mis ilusiones de sociólogo se están evaporando. Quiero gritar “¡LIBRE SOY!” como Elsa de Frozen. Ayúdeme, porfitas.
Análisis y consejo del tío Vladi:
tio¡Ay, sobrino! Tú también has caído en las garras de las organizaciones que defienden los DDHH y son socialmente responsables con los pobres del Pedú, pero con sus trabajadores descargan todas sus taras de clase. Ellos lo llaman rezagos de la colonia, pero yo estoy más seguro que eso es una extensión de las relaciones de poder que emergieron de las casas haciendas. Te explico: los estudiantes de 9no ciclo siempre están en apuros económicos y por ello son atractivos para estas ONGs donde les ofrecen prestigio y una propina. Por el “prestigio y honor de trabajar con ellos”, estás comprometido a trabajar hasta perder el conocimiento. Sabes que estás metido en un sistema cagado porque jamás podrás salir de allí bajo la promesa de que te ayudarán cuando desees hacer tu maestría o que te conseguirán, a través de sus contactos, mejores oportunidades. No eres un Müller o Glave así que ese papelito te va ayudar un huevo. Eso es un enganche moderno, es el enganche académico peruano. Los pongos se han reencarnado en sujetos como tú, NN. Tú eres un pongo ilustrado del SIGLO XXI.
Por ello, no es gratuito que el término “pagar piso” sea de uso cotidiano. Tu cuerpo y mente son propiedad de la ONG donde laboras actualmente. Y querer formar un sindicato es cuestionar directamente a tus jefecitos. Eres solo un minion más. Acéptalo.
Pero NN, no eres el único marrón que es explotado al interior de una ONG que se llena la boca de DDHH y los bolsillos de dólares de la cooperación internacional. Tu caso me hace recordar el caso de uno de mis ahora colaboradores. Él era sociólogo de la PUCP también. Le ofrecieron 1300 soles mensuales, le pagaban 15 soles diarios de viáticos a pesar de que el proyecto recibió 3 millones de dólares. Para ahorrarse los viáticos, siempre se las ingeniaba para almorzar con sus jefes en los mejores restaurantes y hospedarse en los mejores hoteles. Tenían movilidad privada. El objetivo del proyecto era organizar talleres de DDHH en lugares como Chuchanamarca. Mira para organizar talleres no necesitas 3 millones de dólares. Te lo digo yo, que con mi chinito nos hemos levantado a medio país solo con bolsas de fideos Cogorno vencidos. Este pobre minion no tenía seguro médico y se fracturó la pierna mientras cargaba las cartulinas y las cintas skotch. Sus jefes pensaron en dejarlo abandonado en Chuchanamarca. “Fue pe. ¡Pucha NN! ¿PARA QUÉ TE ACCIDENTAS? ¡NO HAY PRESUPUESTO PARA TU PIERNA! ¡TENDRÁS QUE REGRESARTE SOLO! ¡NO HAY ESPACIO EN LA HUMMER PARA TI!”. Y así como ese caso conozco varios. (Juajuajua tengo mil ojos y mil oídos, caviares)
Me cago de risa porque estas ONGs saltan cuando explotan gente en Topi Top o en alguna otra industria, pero ellas mantienen a sus trabajadores 5 años con Recibos por Honorarios, sin vacaciones y dobleteando puestos de trabajo. Ellas son las “responsables de hacer respetar los derechos humanos y de corregir las fallas de mercado”. ¡GEISHA PLEASE! Pero, ¿sabes qué? ¡A la mierda! Comienza de cero en el siempre creciente mercado laboral de servicio de movilidad privada, o sea, ser taxista pe’ ctm. ¡HAZLE LA COMPETENCIA A UBER! ¡SUERTE BASSSURA!