(Gustav Pajeron Pajatriu, 45, Mojito University – Gringolandia) Estimado y siempre iluminado, Tío Vladimir. Soy yo, sí, yo, ¿qué?, ¿cómo que no sabes quién soy yo? Yo que he bebido con Derridá, yo que he sido jefe de prácticas de Todorov, yo que he sido asistente de las mentes más iluminadas del hemisferio norte porque en el hemisferio sur solo abundan seres ignorantes antropomorfos que no saben de los beneficios del mojito. Soy yo, el mayor y más grande intelectual del Pedú. Le invito a seguirme. En este correo le he adjuntado mi página de Facebook y también mi perfil público. Espero su like y su share.
Tío Vladi, volviendo al tema, le escribo algo angustiado y apesadumbrado pues todavía no comprendo como mi coeficiente intelectual, la capacidad maravillosa de mi pluma y mi militancia virtual no es atractiva para algunas mujeres menores de 20 años. A pesar de que soy una mente brillante, estas chicas no quieren ir a la firma de mis libros en El Virrey. O sea, encima que les proveo del más insigne honor de un inbox mío, estas fulanas no quieren comprar mi libro “El Antiaguado”. Hace dos años atrás, le escribí a una chica invitándola a comprar mi libro porque yo iba a estar en la librería e iba a firmar mis obras: [10/09/2013] 9:39PM
HOLAAA, INGRATA!!
HOLA!!!
[01/01/2014] 6:00AM
Lástima la falta de clase ah.
[03/10/2015] 5:34PM
Grrrr, estoy en El Virrey!! Te estoy esperando!! INGRATA!
¿Vas a venir? Te firmo mi libro!!!! INGRATA!
[07/08/2016] 3:00AM
Habrás notado que te estoy ignorando
Oye, tengo mojitos!!! Grrr INGRATA!
Como usted puede leer, yo de la manera más polite invitaba no solo a una de estas fulanas, sino a varias para saber si alguien iba a ir a la firma de mis libros. También, obviamente, pedía que estas niñas se tomen un selfie sin brasier con mi novela… un selfie con la mano mojada para darles vuelta. Bueno, la verdad, ilustre Tío Vladi, estas niñas no saben apreciar mis habilidades de barman consumado. Por más que les ofrezca la calidez de mi departamento además de brindarles generosos vasos de mojitos, ninguna aceptaba. Me sentía igual de solo que en las firmas de mis novelas en El Virrey. Pensaba que esta imagen de autoexiliado en Estados Unidos que escribe sus pensamientos sobre el Pedú y sus habitantes, donde milita virtualmente a favor de cualquier huevada que se aparezca, me iba permitir acceder a las piernas de jóvenes veinteañeras. ¡ESTOY FRUSTRADO! Porque hasta esos gordos feos y marrones de El Panfleto tienen más jale con chibolas de Carabayllo y el Paradero Vaquitas, ¡que yo! ¡O sea que yo! Yo que he chupado con Chomsky…
Espero que me pueda ayudar en este problema que angustia mi alma de escribidor.
G. Pajerón Pajatriu
PD. Le estoy adjuntando una foto de mi miembro viril para que usted vea si hay algún problema en él. Muy agradecido, INGRATA! CONSEJO DEL TÍO VLADI
tio
Gustav, si no te he respondido inmediatamente, era porque esperaba que interpretaras mi silencio como un NO. Pero, veo, lamentablemente, que me sigues enviando correos, whatsapps, inbox y DMs a mis cuentas personales a pesar de que te he dicho que no la hago contigo, pelado. No sé qué chucha pasa con los egresados de literatura que ahora son líderes de opinión, ¿desde cuándo un hobbie se vuelve requisito para ser líder de opinión? Como diría, el gran poeta de día y reciclador de cartones por las noches, Steven Maycol, el chico de las pollerías: “Literatura no es una profesión, es un hobbie con ínfulas de profesión”. Ahora veo inundado mi inicio de Facebook con vagabundos profesionales cuya máxima contribución a la especie humana es una novelucha que solo leen sus amigos.
¡DEJA DE ENVIARME INBOX, CARAJO, QUE NO ME GUSTAN LOS MOJITOS! ¿Qué clase de idiota seduce con mojitos y con una novela de mierda que encima tengo que comprar? Interpreta mi silencio como un no, imbécil. Este tipo de cosas no pasaban con mi chino. Él sí me sabía seducir: con un cebichito, unas chelitas y dos botellas de pisco volvía locas a sus geishas del periodismo. ¡ALAOS
tio