(Agencias Cañoncito) La empresa encargada de crear y gestionar los diversos modelos de Monopolio, ha decidido basarse en la realidad de la capital, y crear una versión local que reemplace el tren por una Orión, la carretilla por un puesto de bombitas y yucas, el buque de guerra por una lancha de pescador chorrillano, el saco de dinero por el terno de Alan García y el perro por Perrovaca.
Asimismo, también ha decidido reemplazar las casas por chifas-que-no-venden-caldo-ni-gordita-helada y los hoteles por telos de Retablo, San Germán y Lince, además de que se añadirá dos personajes aparte del banco: el traficante de terrenos y el testaferro. Es decir, si te falta una propiedad para comprar el solar, puedes acceder a ella mediante el traficante, quien dispone de duplicados de los títulos de propiedad, pero como no quieres que el banco te descubra, tendrás la opción de contar con dos testaferros (disponibles en Arca Comunal), los que se harán pasar por dueños de tu solar, y los que construirán con tu dinero las nuevas propiedades. Se supo que por cada cuatro chifas se podrá comprar un telo, y por cada cuatro telos se podrá colocar una draga minera en la Empresa de Agua.
Otra de las modificaciones esenciales del juego es que cada cobro de parte del “Arca Comunal” (esto es, la municipalidad) está sobrevalorado en un 200% e incluye una coima al alcalde. De esta forma, el pago de “impuestos” se ha triplicado en todo el tablero, y los pedidos para “reconstruir” hoteles y trenes conforman el 85% de todas las cartas. “Incluso, en honor a su alcalde, hemos agregado dos fichas más en el juego: la pote de pintura amarilla y la escalera solidaria. Son las fichas más pajas pero para usarlas tiene que darle la mitad de tu plata al Arca Comunal. Como en la vida real“, señaló el hermano de PPK, vocero oficial del juego.
«Maybe it’s too real», añadió.
“Maybe it’s too real”, añadió.
Al cierre de esta edición, se supo que los inspectores de Casualidad hallaron menores de edad en tres hoteles de Manco Cápac, una de las primeras posiciones, por lo que decidieron intervenir y enviar a la cárcel a su propietario. Por otra parte, se supo que en los hoteles de la Av. Larco (la más cara) también se encontraron los mismos problemas, pero los encargados han decidido hacerse los locos porque las multas ahí son muy caras y no conviene derribar el negocio, así que han activado la opción de poner un “casino” de fachada. Trascendió finalmente que una de las piezas murió intoxicada en Av. Abancay, lugar en el que ingirió un plato de aeropuerto en mal estado a vista y paciencia de las demás piezas.