Kelly Julieta, mi princesa de San Juan de Lurigancho, hoy cumplimos un mes de relación y quisiera dedicarte un poema para demostrar que soy el último romántico del Paradero 6 de Las Flores.
Nuestros corazones permanecen marcados por el sino de la fatalidad: yo de la familia Ninahuaman, tú de los Capuñay. Nuestros linajes se encuentran enfrentados a pesar de ser ambos prósperos empresarios ferreteros. No aceptan que tú y yo podamos vivir con esta pasión desbordante que convierte en mármol nuestros pechos. ¡Oh, bella Kelly Julieta! Me prosterno ante vuestra faz y os suplico escapar hacia paisajes más amables. ¿A dónde?, me preguntas. Yo solo os prodigaré pasión y lealtad en una tierra donde hasta las piedras beben y los animales bailan. Vamos a Huancayo, ¡oh bella Kelly Julieta! Escapemos hacia allá. Que me maten, que me despedacen. Satisfecho estoy solo si tú lo ordenas, Kelly Julieta.
“Amigo, ¿hay asiento? Somos dos; no seas malo, pues. Solo tengo 50, es todo mi capital. ¡Ya, bacán! ¡KELLY, HAY ASIENTO! ¡VAMOS!”
Dos emergentes familias,
De nobleza popular,
(En el bello Lurigancho,
Desde donde vamos a contar)
Avivan sus chairas
De sus mechas previas
Y la sangre marrón
Mancha el paseo peatonal.
1. Llevar abrigo: Viajar hacia el Valle del Mantaro es una aventura ardiente per se. No obstante, tienes que prodigar abrigo y calor corporal a tu Jenny. Pasar por Ticlio significa estar listo para el frío; por ello, lleva en tu bolsa de rafia cinco colchas tigre, diez sábanas y dos cubrecamas. Una vez ya en la ciudad, no te confíes del sol incandescente, pues, igual te entrará el frío en punta. ¡LLEVA UN CASACÓN! Ya lo dice el viejo y machirulo adagio: “Más falso que cielo serrano, cojera de perro y llanto de mujer”. “¡BRBRBRBR QUÉ FRÍO CSM!”
2. Busca las mejores bebidas espirituosas en Jr. Piura: El lugar ideal para seducir con los mejores brebajes de la ciudad se encuentra en este jirón. No gastes innecesariamente tu miserable bolsa de viaje en el Antojitos o en algún otro bar en el Jr. Puno. Washington, recuerda que una galonera llena de alcohol metílico siempre será un éxito. Si deseas volver más místico el trago e impresionar a tu Kelly, puedes pedirle a una tía que lo mezcle con hierbas y miel caliente. ¡Listo! Ahora sí podrás chupar un verdadero calientito. “¡DEME DOS!”
3. Prueba la Pachamanca de Guauguau: En Chilca se encuentra la verdadera pachamanca de los 5 sabores: paloma, rata, perro, hámster y cucarachita. Todos estos animales pertenecen a la fauna local huancaína. Se les puede hallar rompiendo bolsas de basura en los alrededores del Mercado Modelo o vendiendo caramelos en la Av. Ferrocarril. ¿Dónde lo puedes probar con tu Mery? Bueno, básicamente en cualquier recreo campestre. Ten cuidado que algunos estafan y te hacen pasar como pollo la rata que tú has ordenado. “Seño, deme dos porciones pe”
4. ¿Bembos? ¡Huaychulos es la voz, broder!: Todo huancaíno sabe que la mejor hamburrata se encuentra en el Huaychulos. Invítale una mordidita a Kelly y mandala directo al hospital. Métele todas las cremas e inicia una relación apasionada con la tifoidea. Es el lugar ideal para saborear las especias típicas de la región. “Amigo, ¿tienes huancaína?”
5. Conoce los atractivos turísticos más relevantes de la ciudad: Mira, Giancarlo, no te voy a florear. Huancayo es una ciudad que carece de atractivos turísticos. Por cada casona destruida, la MPH levanta dos edificios con horribles lunas azules. Huancayo es la segunda ciudad más fea del Pedú después de Juliaca. Lleva a tu Katherine al Cerrito de la Libertad donde va a contemplar el desorden y la carencia de planeamiento urbano típicos huancaínos. Puedes conocer todos los atractivos de la ciudad en menos de una mañana y aun así vas a sentir que tienes un culo de tiempo.
6. Truchas en Ingenio: Lo mejor que puede ofrecer Huancayo no es ella, sino los pueblos, distritos o centros poblados alrededor de esta ciudad moribunda como nuestro amor, Katyuska. Alimenta a tu Katyuska con lo mejor que puede producir el Valle del Mantaro: las ricolinas truchas con harta papa y su lechuguita. Contempla el paisaje bucólico huancaíno acompañado de la mujer que amas y de un platazo de trucha. “¡MISHKY, MISHKY!”
7. Nevado Huaytapallana is dead: Si Huancayo es la segunda ciudad más fea del Pedú no es solo por la gloriosa gestión de sus autoridades, sino también porque el nevado de Huaytapallana está desapareciendo. El apu tutelar no solo debe sufrir el calentamiento global, sino también la contaminación de la cual es objeto. Decenas de personas tiran basura a sus ojos de agua: panes con moho, botellas de vino, botellas de ron, perros sacrificados, cajas de regalos, fruta podrida, envases de plástico, entre otros. Básicamente el nevado de Huaytapallana se ha convertido en un gran relleno sanitario. Aprovecha en tomarte una foto con la Sayuri antes que desaparezca el nevado.
8. Huancayo, la ciudad que siempre bebe: Esta ciudad es considerada la más pujante, pero también la más alcoholizada después de Juliaca. Si el tono en Rock & Pop no te vacila, Jerson, puedes llevar a tu Gemma a una de las fiestas que se realizan en el Valle del Mantaro. Recuerda que en el Valle del Mantaro hay más fiestas que días del año. Puedes terminar en pleno duelo de chacatán con tu padrino Eusebio en San Agustín de Cajas. “¡AISH VIDA!”
9. El Mercado Modelo de Huancayo: Si quieres encontrarte a ti mismo en esta ciudad, debes ir al mercado donde encontrarás desde un pan con relleno hasta un sombrero para bailar Santiago. Jairo, enamora a Cinthya Kristel comprándole diez soles en wawas. El amor florece en el Mercado Modelo cuando compartes con tu Giancarlos un plato de sopa de cordero. “Amiga, pa’ enamorarte con mi sopón de cabeza”
10. “El Chespi”: Karol Janeth es hija de Chupaquinos. Ha vuelto de Bélgica con su gringo Karl. Ella, después de haberlo embriagado con tres galones de cañazo, le propone algo suculento e indecente: “Baby, let’s go to Chespi’s place. He is the very, very best cook in town. Typical huancain food. Very delicious”. Karl no sabe que va a probar el más delicioso guauguau de la región. No importa. Chespi atiende con cariño a esta pareja de enamorados interculturales en Paseo La Breña. Así, entre borrachos, pirañitas, trabajadores y chanchorreporteros, Karl y Karol Janeth se declaran su amor compartiendo el más sabrosongo chaufa de perrito del Pedú. “¡Lo que callan los bebecitos!”
Finalmente, el concepto de vacaciones misias aúna a diversas generaciones en una espiral de migraciones circulares y ridículas. Nuestros padres y abuelos dejaron sus regiones para proveernos acceso a mejores servicios educativos, de salud y de identidad; no obstante, nosotros volvemos a las regiones originarias para embriagarnos, cachar y lanzar. Ellos migraron para educarnos y nosotros volvemos para convertir la tierra de nuestros ancestros en un gran puterio. Salieron de sus tierras para dejar la miseria pero nosotros volvemos para dejar hecha una miseria sus tierras. “¡SACA LAS CHELAS CSM!”