(Fuentes axiomáticas) Tras una dura batalla contra la realidad, esta mañana, un joven universitario perdió la vida, al comprobar que lo que escribía no servía para nada, lo que pensaba solo servía para él mismo y lo que decía, solo ayudaba a complicarlo todo.
Se supo que el estudiante estuvo la semana pasada en cuidados intensivos, debido a que se le habría practicado una delicada cirugía al cerebro, a través de la cual se le detectó The Irrelevant Disease, enfermedad que ataca principalmente las áreas responsables de cosas tan simples como tener amigos, salir a bailar, tener enamorada, tirar o gilear.
En su fase terminal, dicha enfermedad deviene en un mal que causa diarrea y un incontrolable y patológico afán de figuretear, y hace que el que la padece simplemente colapse negando la realidad.
“Ha sido un hecho insólito, joven, se le prescribió ser más sociable, viajar, amar y enfrentarse a la realidad, o sea, ir más allá de sus libros, ya sabe, más allá de los clásicos y Mario Bunge, pero ha sido demasiado; la realidad le ha sobrepasado y lo hemos perdido esta mañana, debido a un paro cardioepistemológico”, declaró para este medio, el doctor Trastorno Del Alicaído, especialista encargado.
Como se sabe, la realidad actualmente es una enfermedad que ataca a jóvenes universitarios varones que tras no poder desarrollar la habilidad de entenderla sin la epistemología, la lógica o los axiomas, mueren como consecuencia de inanición mental. Se manifiesta con ciertos síntomas como escribir en difícil, ponerle nombres raros a las cosas simples, así como hablar en complicado para poner en relevancia absurda las opiniones de los interlocutores.
Si la enfermedad no se detecta a tiempo, el que la padece podría incluso desarrollar narcisismo, trastorno del que nadie le hace caso, al punto de empezar a dedicar libros como “50 sombras epistemológicas” a señoritas blancas de clase media.
Los restos de esta lamentable víctima serán cremados (para así evitar el posible contagio de sus males) y las cenizas serán esparcidas entre los patios de la Facultad de Ciencias Sociales de la universidad San Marcos y las Av. Universitaria y Germán Amézaga.