Consejos para dejar ser un Benito friendzoneado y volverte el galán del barrio por Steven Maycol

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Seducir, cortejar y empilar a una potencial Yahaida María es un arte que se adquiere con la práctica. Después de haber sido choteado por una muestra interesante de mujeres, he decidido redactar aquellos consejos que yo, el chico de las pollerías, utiliza usualmente para hacer arder de pasión a mis Yahaidas. Anota, papu y evita acabar como un Benito friendzoneado. Pero antes, ¿qué o quién es un Benito? Benito era yo antes de volverme el datero fiel del amor: Benito Esteban Miguel Rodríguez Quispe. Esa huevada virginal era yo. A través de los más mejores consejos, les relataré aquellas anécdotas que me permitieron digi-evolucionar en el chico de las pollerías, el datero fiel del amor y el fercho de tu corazón. Obvio que todas las peladas quieren encontrar Steven Maycols (galanes de barrio) que tengan cualidades increíbles, pero hay algunos atributos que solo se adquieren por obra y gracia de Papa Lindo. ¡SOLTERITO CODICIADO, PERO NUNCA CONQUISTADO, BANDIDA!

1. “Aquel viejo motel”: Después de tanto insistir, Lady te da una oportunidad. Ella acaba de romper con Christyan y quiere sacarse el clavo. Eres su amigo desde el salón “Abejitas” en el nido “My Little Pony” de Paradero Purina. Ahora es la primera vez que van a gozar del rico chuculún. “¿Qué hago, Steven Maycol? Voy a salir de pito. ¡AYÚDAME!” ¡Báñate, basura! ¡Rápido! Agarra el Ace de tu vieja y lávate las alas y la cabeza. Échate por todo el poto la colonia Varón Dandy que te regaló tu madrina en navidad y ponte el bóxer Boston amarillo que te regaló tu padrino en Año Nuevo. Tienes 18 años y vas a salir de pito con la flaca que siempre te friendzoneo. Estás nervioso y misio; le pides 50 lucas a tu tío. “Ya pe’ tío. Un favor”. Tu tío va a la caja de la bodega y te alcanza el billete. Sales feliz de la casa sabiendo que hoy coronas. Se encuentran en la Avenida Universitaria con Alisos. Las luces de neón alimentan el deseo carnal de tu cuerpa absoluta. “Oye, ¿a dónde vamos?”, te pregunta. Tú te quedas en estado de shock. “Bueno, habíamos quedado en ir a un cuarto para tú y yo… bueno, eso”, le respondes. “¡Ah! ¡CIERTO! Oye, me olvidé de decirte que estoy en mis días y, pucha, mejor para otro día. Lo siento”. “Ok, ya fue. ¿Ahora qué hacemos?”, piensas. “Bueno, podemos ir al Megaplaza a caminar y a comer algo”, ella propone. “Ya qué chucha”, dices.

Consejo: ¡LA SONRISA DE PAYASO NUNCA FALLA, CÓFRADE! ¡ARRIÉSGATE Y DALE NOMÁS! Fácil ella es absoluta y quiere disfrutar de los fluidos de su cuerpa. Y si no te atreves, ¡MÁTATE, BASURA! Lo mejor que puedes hacer es tirarte a las ruedas de una TRANSLIMA. Solo así conocerás lo que es ser feliz.

2. “Jamás seas el mosaico de la family, imbécil”: Julissa te invita al cumpleaños de su abuelo. Tú, pobre alma, piensas que te quiere o algo así. ¡JAJAJAJA! “Puta, ya coroné, carajo, estoy en su corazón”, piensas. Llegas bien Charly a la casa. Has tomado El Chino, dos combis y un mototaxi para llegar a su casa; no obstante, estás limpiecito, papi. No hay gota de sudar en ti, piensas que hoy la haces con la family. Tocas el timbre y ella te espera. Primera decepción: Te besa en la mejilla. “Bueno, se debe paltear”, piensas. Segunda decepción: Te presenta como “Es mi amigo de la universidad, Benito”. “Concha su madre, si agarramos malazo en los tubos y comimos del mismo plato en la seño del ceviche de pota, ¿amigos? Bueno, ya, debe estar palteada”, sigues pensando cojudamente. Tercera decepción: La mamá de Julissa pide que le ayudes para servir el almuerzo. Tú como el cabashero que eres la ayudas de inmediato. Te tienen ahí sirviendo el arroz con pollo durante dos horas a los invitados. A lo lejos ves a Julissa siendo gileada por uno de sus primos. Tu límpida camisa tiene el tinte reconocible del culantro. Luego la señito te pide que le ayudes a lavar los platos los platos. Ya te tienes que ir porque son las 8:00pm, pero te piden que te quedes a cantar el cumpleaños feliz del abuelo. “Ajá, ahora sí me sentiré parte de la familia”. Una tía que no conoce bien necesita ayuda para ir a su paradero, Julissa dice que tú conoces y que la acompañes. Mientras te diriges al paradero a acompañar a la tía octagenaria, escuchas como todos cantan el cumpleaños feliz. “Concha su madre”, piensas.

Consejo: No, pues, papi. Tienes que ser más mosca y apenas te digan que les ayudes a servir el arroz con pollo, échate flores sobre tus habilidades gastronómicas. Menciona que estás estudiando en D’Gallia. Solo así tendrás respetación entre las tías y madrinas de Julissa. Ellas son las mejores aliadas para que te hagan el bajo con esa descorazonada. ¡YA SABES! ¡LAS TÍAS SON TUS ALIADAS! “AY JULISSA, ¡TU ENAMORADO SABE COCINAR RICO! ¡ANDA A LA COCINA A AYUDARLO, MIERDA! ¡ANDA NO SEAS CHUCARA!”

3. “¡DILE PARA VER SUS PROGRAMAS FAVORITOS, IMBÉCIL!”: Proponle a Katty que baje a tu jato. “Uranio 15 and chill”, dices. No importa que tu tele solo capte Panamericana. La cosa es que esté ahí. Mientras por enésima vez chequeas que hay en “La Familia Ingalls”, acércate poco a poco a Katyzhita. Ella te rechaza y tú te desmoralizas. “Tranqui, Benito. Te quiero solo como un causita. Además me dijiste Uranio 15 and chill y solo estamos viendo La Familia Ingalls. ¡No seas pendejo! ¡Mira! ¡Ahí tienes un Borgoña! ¡INVITA PE”, te dice. Tú sabes que no puedes chuparte el Queirolo Borgoña de tu vieja porque si ella se entera, te agarra a manguerazos. No escuchas a Katty y te quedas tranquilo porque sabes que después de La Familia Ingalls da tu programa favorito: “El Gran Chaparral”.

Consejo: Saca el ludo y choreate el Borgoña de tu vieja, oe. Invítale eso y verás que van a entrar en ambiente. La idea es que jamás se queden viendo la tele sin trago. Ella se quiere empilar y tú la cagas. Si ella te chotea nuevamente, no hay mojito en la tierra que te pueda ayudar. “Ven a mi jato que te voy a firmar mi Diccionario Bruño. ¡Tengo Borgoña!”

¡SEGUNDA PARTE YA VIENE!

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