Tras un arduo debate, y siguiendo la lógica de los héroes Grau y Quiñones, el parlamento peruano decidió esta tarde nombrar al subsuelo peruano “Roque Benavides”, en honor al filántropo limeño que, a lo largo de su carrera, ha dejado larga huella en el uku pacha nacional.
La iniciativa fue aprobada tan solo en la primera votación dada la contundencia de los argumentos esgrimidos por el congresista José Anaya, impulsor de la iniciativa. Este asumió, desde la pasada legislatura, una férrea defensa de la propuesta por considerar que nadie en el país ha entregado más de sí al subsuelo patrio que Benavides y su familia. “Cada vez que hablemos del mundo de abajo debemos recordar su nombre y su apellido. Desde ahora tendremos el mar de Grau, el cielo de Quiñones y el subsuelo de Benavides”, sostuvo.
La tierra de Romero y Wong
Trascendió que también se viene elaborando un proyecto para que Dionisio Romero, patriarca del conocido clan empresarial del norte y Erasmo Wong dejen impregnados sus apellido en la tierra que pisamos cada día, en honor a las más de 85 mil hectáreas de territorio nacional que ambos concentran.
Se barajó la posibilidad de tener “Las pistas de Orión”, “el oxígeno de CENTROMIN”, “el agua de Yanacocha” y “el fuego de Mesa Redonda”.