Un informe de inteligencia que se filtró a nuestra redacción ha remecido las mesas de prensa política del país, pues contiene detalles de una de las estrategias mediáticas más espectaculares en nuestra historia republicana: Kenji Fujimori sería, en realidad, uno de los científicos en biología molecular más talentosos en Sudamérica, y usaría su carrera política como alter ego para encubrir sus avances en criogenización de neonatos, pues tiene la firma de esperanza de conservar al Angelito para que perpetúe el fujimorismo en las elecciones del 2125.
Kenji, quien en la vida real se habría graduado del PhD en Molecular & Cellular Biology de Harvard University con la tesis “Reconstructing dog’s penis functions in vitro“, habría ideado insertarse en la academia peruana tras la caída de su padre, pero debido a que su antecedente como hijo de presidario no le permitía hacer una carrera científica sin levantar mucho polvo, decidió ingresar a la política y fingir que era un limítrofe mental, como bien ha sabido jugar los últimos años.
Fujimori, quien en sus ratos libres diseña nuevas hipótesis para alimentar la Teoría de las Supercuerdas, se ha caracterizado, denuncia el informe, por aplicar su inteligencia y capacidad de adaptación en crear un personaje que sea totalmente contrario a él, ideando un esfínter con cara que a duras penas y puede calcular la distancia de las cosas para no tropezar al pararse de su bacinica.
Trascendió que hay varios otros informes que aun no han sido desclasificados, en los que se informan sus planes imperiales y sus aportes interdisciplinarios a la física cuántica y la bioquímica, no obstante, estos primeros hallazgos advierten que en un futuro muy próximo su personaje político apuntará a reconceptualizar la idea de dignidad humana hasta hacer que ésta pueda ser rematada en la cachina de Aviación.