Miraflorina se siente estafada al captar wifi en Huancayo

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(Fuentes Denisse Dibós) Evidentemente conmocionada, la estudiante universitaria, María Antonia Berckemeyer de Ozambela, ha decidido denunciar a todo Huancayo debido a que se siente profundamente engañada al haber visto señales de modernidad y -¡peor aún!- haber captado una señal de wifi en lo que ella esperaba fuera una zona rural, retrasadísima, recóndita y “alejadísima” del país.

Todo sucedió cuando esta egresada de la Universidad del Pacifico (quien hasta hace un par de semanas creía que el Perú abarcaba desde Barranca hasta Eisha, con su capital La Molina) escuchó que su empleada hablaba sobre estas denominadas “provincias del interior”. Así pues, luego de compartir la buena nueva con sus amigos y familiares, decidió ir de viaje a conocer al “otro Perú”, a ese que no muestran en los cursos de Realidad Nacional, por lo que decidió empacar en su Jeep cientos de litros de agua, media tonelada de papel higiénico, comestibles en conservas, cámaras fotográficas y su Mac Book Air, y enrumbar hacia Huancayo.

Al quedarse dormida durante todo el viaje grande fue su sorpresa cuando al despertar vio elementos tan fuera de lugar para una zona tan alejada del país, tales como carros, edificios, y muchachos door people ¡hablando español! con polos de The Killers, Foster The People, Nicky Jam y Prince Royce. Creyendo que sus amigos con los que había ido le estaban jugando una mala pasada, y que en realidad se encontraban en algún cono de Lima, decidió comprobar en su GPS el lugar en el que se encontraban. Para su gran sorpresa, no solo pudo comprobar que estaba en Huancayo, sino que su celular estaba agarrando la señal de wifi de una cafetería cercana. Eso le produjo a ella y a toda su mancha espasmos en el colon e inflamación en el píloro durante horas.

Tras reponerse del colapso de enterarse que en Huancayo también hay, ejem, modernidad, y luego de hacer las típicas preguntas tipo “¿Y aquí tiene cable?”, “¿Cómo pueden usar Smartphone con sus dedos de campesinos?”, “¿Por qué tienen Plaza Vea si hay reciprocidad incaica?”, “¿Aquí no hablan en quechua?”, etc., María Antonia y sus amigos han decidido interponer una demanda a la ciudad de Huancayo y a todos sus pobladores por no cumplir con sus estereotipos y dejarlos sin la experiencia del Perú que se admira en una postal pero se discrimina en la capital.

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