El presidente del Jurado Nacional de Elecciones, José Carrasco Távara, informó a sus subalternos que anoche su madre, con quien aun vive, no lo dejó entrar a su hogar, esto tras la decisión que tomó el Jurado Especial, quien dejó en carrera a Pepe Luna, Kenji, Keiko y Barrabás, todo en una sola noche, situación que habría incomodado a la doña. “Para eso no te mandé a la universidad, mierda”, le habría dicho la octogenaria.
Preocupado por el asunto, al descubrir que su chófer no le dijo buenos días, que el lustrabotas le cobró tres soles, que el guachimán del Jurado no le abrió la puerta, que el Urbanito casi lo chanca y que la señora del choclo con queso de Lampa con Colmena no le quiso fiar, decidió reconocer que ya nadie lo respeta y por eso ha convocado a un grupo de especialistas en deporte, para que estos contacten y convoquen a Lapadula, el único ser humano que podría lograr que el JNE vuelva a ser respetado.
No obstante, el jugador ítalo peruano se habría negado a aceptar el cargo, a pesar de que le dijeron que solo debía salir a hablar de democracia, gobernabilidad y demás cojudeces frente a cámaras, pero él sostuvo que preferiría ser dirigente del Sport Wanka el 2002, del Estudiantes Grau el 2003 o el Aurich-Cañaña el 2001, instituciones que aun con sus crisis tenían mejor reputación que el Jurado hoy.