María Ramona Sin Depilé Confalo, feminista franco-peruana y filósofa, nos recibe en su hogar para contarnos algunos detalles sobre su último trabajo, su vida como activista lesbiana y su ingreso a El Panfleto. Aquí ofrecemos algunos interesantes pasajes.
El activismo flota en el aire. Sus pantuflas de Frida Kahlo, los tambores de batucada y las temperas “David” desperdigadas en el piso, que usa para el pintado de teta, dan vida a su cálida sala. No estamos en una feria cachivachera de Barranco, es la casa de María Ramona. Ella es hija de padres franceses que llegaron al Perú esperando traficar con huacos prehispánicos. “Se enamoraron de este bello país tercermundista”, nos señala.
Cuéntanos Ramona, ¿cómo inicia tu vida en el activismo feminista? ¿Está íntimamente ligada a tu orientación sexual?
Crecí en un hogar tradicional. Mi padre era un militar retirado a una edad muy joven, y mi madre era una arqueóloga interesada en este país, para descubrir algo, lo que sea en realidad. (…) En ese clima, mis padres esperaron una vida “de familia típica”. Pero yo noté muy temprano que no me gustaban los roles sociales asignados a una “niña”. Empecé a jugar trompo y a llevar corte de cabello escolar. (…) Cosas que no eran “lo adecuado” para una niña francesita. No pasó mucho tiempo hasta que mi madre me llevó a un casting para ingresar a Nubeluz, acompañado de clases de tejido a croché en la Academia de Meche Solaeche. Fue horrible.
Entonces, ¿ese es el punto de quiebre?
No del todo. La desesperación de mi madre por “tornarme correcta” como niña, se vio compensada con la comprensión de mi padre (…) Él empezó a llamarme “campeón”. No obstante, me disgustó que me matriculara en El Cantolao (…) Pero traté de comprenderlo, en este país subdesarrollado, la carencia de la escuela formativa para asignar “adecuadamente” los roles patriarcales, se suplen con el futbol…
Al grano Ramona, ¿cuándo le entras a la huevadita?
En el transcurso del colegio. Mi acercamiento a las chicas fue progresando, pero siempre me veían con “rareza” porque yo completaba el equipo de Remo a mar abierto (…) Participé en diversas competiciones, lucha grecorromana y rugby. Esperando abrir espacios para que las mujeres ingresemos a competir (…) Ahí conocí a mi primera pareja, una activista de Flora que me acercó a la literatura alternativa, los talleres de emprendimiento femenino y a la Pasteleria San Antonio.
Ahora Ramona, comprenderás que no puedo dejar de preguntarte lo siguiente, ¿el pan francés, es verdaderamente francés?
No. El pan francés es un ejercicio de explícita promiscuidad patriarcal capitalista, que llega a la mesa de desayuno de todos los niños; trastocando su percepción sobre el cuerpo. Así entran en conflicto lo privado y lo público.
Cuéntanos Ramona, ¿en qué vienes trabajando últimamente?
La cooperación internacional sigue siendo una fuente vital para financiar la producción de conocimiento científico riguroso. Por ese motivo estoy desarrollando el estudio: “Una chola otra. Poder y femineidad de la mujer migrante andina en espacios lúdicos. Los casos de El Huaralino, Niza y Aura”.
Intedefamte, cuéntanos más…
El estudio busca aproximarse a las nuevas dinámicas de rol en las mujeres, hijas de migrantes andinas al interior de espacios de diversión. No es la misma chola la que acude a El Huaralino, la que tonea en el Niza y la que accede a Aura. Los primeros hallazgos muestran que la mujer en El Huaralino refleja un particular proceso de ascenso social que no parte de la ruptura con su cultura de origen. Sigue asistiendo a Yunzas y cortapelos. La solvencia económica y la tradición andina se cholifican, tanto que adquieren un olor, un sonido, un color, un lenguaje propio. A esta la denomino la “Resinus Cholis”, porque accede a capacidad de compra pero sigue siendo víctima de violencia misógina-patriarcal. En un espacio liminal se ubica la mujer que acude al “Niza”. Su juventud es característica, aunque con mejores condiciones que sus padres, todavía acude a divertirse con zapatillas Venus, después de haberse bañando con Shampoo Ballerina y Heno de Pravia. Su enamorado se caracteriza por asistir en buzo deportivo marca Loma’s, portando iconografía grabada en el cuero cabelludo. Rechaza ser víctima de agresión física, pero bellaquea duro bajo los efectos de la música y el alcohol, desconociendo el proceso de violencia simbólica. A ella la clasificamos como “ Semi Natachis-cama adentrum”. Finalmente, tenemos a la mujer que acude a Aura. Su exhibición de patrimonio económico es descomunal. Suele ser hija de un minero informal, ganadero o mayorista. Normalmente bautizada como “Yahaira”, “Shirley” o “Deysi”, no soporta contradicciones de identidad, se empodera y se distancia de su cultura de origen a tal punto que bautizan a sus hijos con nombres ingleses adaptados al español: entre los que registramos “Deivi”, “Owen” y “Darwin”, los más comunes.
Excelente. Para acabar, acabas de ingresar a El Panfleto ¿Qué les prometes en producción a tus futuros lectores?
Se viene la publicación de mis poemas ya conocidos y reclamados, además del taller de intervención callejera y flashmob feminista, que llevaré a cabo con mi elenco: “Falange Clitoriana” y la publicación de mi biografía editada por la productora “Vulvas Descoloniales”.