“En realidad yo no tenía ningún propósito de fugar. Apagué el televisor y de pronto alguien me colocó cuatro gramos de coca en cada fosa nasal. Sangré y me desmayé. Al despertar estaba rodeado de tres bailarinas, con dejo caribeño, y a mis pies estaba ¡TOLEDO!, ¡él era el hombre de mis sueños, pero ahora se veía sobrio!“, sostuvo indignado Belaúnde, quien sostuvo que al preguntar por el lugar en el que estaba, recibió como respuesta que estaba en el conocido hotel “Melody”, el que registraría por segunda vez un secuestro voluntario.
Pero la historia del prófugo se tornó turbia cuando también refirió a la astrobióloga que en realidad no había sido intoxicado con coca, sino que había comido bacalao, el que le causó indigestión, y que no estaba en el Melody, sino en un departamento de París al lado de Oropeza.
Al cierre de esta edición trascendió que el ex operador político del matrimonio Humala – Heredia estaba pensando pedir asilo político en Chile y enviar sus descargos a la justicia peruana vía fax, “para no quebrar la tradición institucional peruana”.
