(Charles Steven Rodríguez, 23 años, Comas) Tío Vladi, escribo esta carta con profunda decepción por mi actual situación laboral. Estudié Comunicaciones y no consigo empleo, Doc. Hace un par de años que egresé de la carrera ilusionado por salir en Prensa Libre o Cuarto Poder, pero terminé repartiendo volantes de Herbalife y exponiendo diapositivas sobre redes de mercadeo en Fuxion.
Siempre que entro a Computrabajo solo encuentro puestos como practicante en La Mula o como redactor de memes en Espacio360. Los únicos lugares donde me pagan más que una hoja bond A4 donde dice “certificado de prácticas” son los callcenters, querido doc. Tal como lo lee. Estudié cinco años en la universidad para tener que dedicarme a vender Fono Ya´s por teléfono y brindar servicio técnico como Dr. Speedy.
Realicé mis prácticas en un conocido programa de chismes faranduleros. Me dije a mí mismo que por algo debía empezar. Sin embargo, mientras los hijos de la vecina asistían a conferencias internacionales sobre Medicina y Derecho, yo entrevistaba a Mauricio Diez Canseco por la inauguración de su último Rústica en Independencia. Doc, nunca llegué a entrevistar a un ministro, sino a una bailarina que se había hecho las tetas con aceite de avión.
Un día quise cambiar esta situación y hasta me animé a sacar el título en Comunicaciones por tesis. Lo único que conseguí fue un puesto como Community Manager de las cuentas Cua Cua y Tiendas Él. Imagínese, tío Vladi. Cinco años escribiendo ensayos sobre Harold Lasswell y la “Teoría de la Aguja Hipodérmica” para terminar tuiteando tips sobre el uso de ternos y corbatas.
Mis viejos siempre me lo advirtieron, querido doc. Me comparaban con mis primos que habían ingresado a la UNI, mientras yo creía que publicando mis crónicas urbanas en blogspot me haría famoso. Me decían que si no sabía matemáticas, al menos debí elegir Idiomas o Trabajo Social. Me arrepiento tanto de no haberles hecho caso, doc.
CONSEJO DEL TÍO VLADI
tioMira hijito, el último periodista rentable fue Pedro Beltrán y, ¿quieres saber su secreto? Era economista. Debes sentirte bien y no quejarte por tan poca cosa, ¿no te has dado cuenta de cuántos coleguitas tuyos ni siquiera pueden ver bailarinas, y tienen que entrevistar a gente como Marco Sifuentes?
¿Te imaginas hacer en el pregrado ensayos sobre los procesos migratorios en la literatura de Arguedas y Scorza para acabar redactando la biografía de Henry Spencer o Faverón? ¿Te has dado cuenta de que hay gente que estudió antropología para acabar escribiendo en El Panfleto? Siéntete afortunado de que aun puedes generar tus propias creaciones para Cua Cua, y no tener que andar diciendo que haces curadurías de contenidos porque te da vergüenza reconocer que tu talento solo alcanza para plagiar.
Éxitos, hijo. Ya deja de llorar y evítale un futuro así de siniestro a tu descendencia. Desde muy pequeños oblígalos a aprender otro idioma, desarrollar su creatividad y psicomotricidad, y en general toda actividad que los aleje de cosas tan básicas como el… ¿cómo me dijiste que se llama tu carrera?
