Después de haber encontrado una máquina del tiempo en el Jr. Paruro fuimos en búsqueda de Alditus en la década de 1950. Aquí los resultados.
¡Una vergüenza que se haya aprobado el sufragio femenino con esa infame y caviarona Ley N.° 12391! El Gral Odría debería estar preocupándose por cuestiones más importantes como los niños pobres y la seguridad en Lima. ¡FANTOCHE DE CACHACO PRESIDENTE TENEMOS!
Un general amigo mío en el Gobierno me ha comentado que esta ley es un peligro para la estabilidad macroeconómica del Pedú. “Alditus, ahora que nuestras esposas pueden votar, ¿quién se hará cargo de los deberes domésticos? Tendríamos que contratar a más sirvientas y eso sería un forado para la economía nacional. Es un peligro porque las alejaría de sus deberes naturales como madres y compañeras de casa. No soy misógino, pero creo que su lugar es estar en la casa y no haciendo política”. ¡Totalmente de acuerdo! ¡Otra patinada más del Gral. de la Alegría!
Estas organizaciones caviaronas femeninas están siendo financiadas, según mis informantes, por ONGs maoístas y filosoviéticas. ¡ALGUIEN PROTEJA LAS FRONTERAS! ¡GRAL. ODRÍA HAGA ALGO! Ese dinero sucio está entrando a contaminar y manipular las mentes de las mujeres peduanas.
Esas señoras rojas María Jesús Alvarado, Adela Montesinos, Zoila Aurora Cáceres y Elvira García y García tienen nexos con guerrilleros vietnamitas según una columna de mi amigo Vasquez Monce Kunze. ¡Han sido formadas en el exterior para atentar contra la seguridad nacional!
Estas tontas útiles de la izquierda comunista rojete están abriendo un forado para que más organizaciones títeres del comunismo permitan que analfabetos campesinos puedan también votar. ¿Se imaginan que los campesinos analfabetos puedan votar? ¡SOLO EN ESTE PAÍS DE CONFUNDIDAS GENTES!
Ahora solo falta que los sodomitas quieran también tener derechos. Mi amigo Phillip Butters Quaker me ha comentado y advertido que tiene información de primera mano cómo las mariconas quieren también salir a las calles y hacer su libidonosa y perniciosa vida. “Solo falta eso, Alditus. El Pedú se dirige al infierno. ¡Ojalá el cardenal ponga orden! ¡Tiene que haber una procesión para evitar más daño al Pedú!”
Dios y el cardenal escucharon a mi amigo Phillip. El cardenal y un grupo de damas distinguidas han amenazado salir a las calles para evitar que este tipo de tonterías comunistas alteren el orden natural de las cosas. “Las mujeres debemos apoyar a nuestros maridos en las casas, no en las calles”, es el pegajoso lema de la organización de distinguidas damas católicas. Mujeres así valen un Pedú.
Otro dato más: El calzonudo de Odría ahora se arrepiente de haber firmado esa ley porque su mujer lo vienen manipulando para que el gobierno prepare su campaña para las siguientes elecciones. ¡POBRE COSITO ODRÍA! ¡AHORA SERÁ EL FELPUDO DE SU MUJER! ¡JUAJUAJUAJUA!
