(Agencias 7.9) Siguiendo en su solitaria y triste cruzada de “solidarizarse” con los pueblos que sufren eventos sísmicos, y tomando en cuenta que en Perú aún lo repudian por lo que hizo en el terremoto de pisco del 2007, Rafael Rey ha decidido ir para Chile para lanzar su colección de piscos conmemorativos a los movimientos telúricos del país del sur.
“Coquimbo 8.4” es la marca de aguardiente chileno que este mal nacido político peruano ha puesto en circulación en las principales licorerías de Santiago y las regiones del norte. Emocionado por el asunto, el también ex ministro aprista ha decidido expandir su línea de producción a salvavidas para Oriente Medio, rosarios para el Estado Islámico y réplicas de islas para el mercado argentino.
“Mi condición católica me obliga a ser sensible con las desgracias de países hermanos. Ya basta de enviar frazadas y esas cosas que mal acostumbran a los indios. La solución está en venderles cosas que les recuerden que sus miserias nos importan a nosotros, los humanos “, sostuvo Rey mientras pateaba a un niño que le pidió limosna en la calle.
Al cierre de esta edición se supo que su corporación, que cuenta con asesoría de la Universidad de Piura, desarrollaba un prototipo de colchas con el rostro de la princesa Elsa de Frozen para vender y regalar en las zonas altas de Puno, lugar en el que ya había introducido una línea de raspadillas denominada “-20°”
