Keiko reniega de pasado fujimorista y queda como la ex congresista vaga y mediocre que es

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(Agencias Comodonas) La candidata a la presidencia, Keiko Fujimori, ha pedido que NO la juzguen por lo que ha hecho su padre ni por lo realizado por el fujimorismo en el pasado, de tal forma que la ciudadanía la aprecie por lo que es: una ex congresista comodona, mediocre y con un el record Guinness de faltas y de proyectos de ley no aprobados.

Así lo declaró en un noticiero el día de ayer. Según ella: “mi papi, Alberto, no tiene ningún tipo de influencia en el mi partido. NIN-GU-NA. Es decir, aparte del hecho que nos llamemos “fujimoristas”, que le debamos todos los créditos políticos que tenemos, que la gente piense que replicaremos lo que él hizo cuando gobernó, y el hecho que no sería nada si no fuera por él, repito, aparte de eso, no le debemos NADA DE NADA. Así que no se puede combinar una cosa con otra, por favor. Nosotros somos distintos. Somos, si se quiere, el fujimorismo sin Fujimori. Sangre nueva y renovada para la política actual”, señaló.

«El fujimorismo sin Fujimori es alg así»

“De esta manera, renegando del pasado fujimorista, el cual no suscribo, le pido a los votantes y a la ciudadanía que me vean por fuera de lo hecho por mi padre. Que no me consideren como la hija de Alberto sino que me juzguen por mi trayectoria política. Esa que dice que, por ejemplo, falte 500 días cuando estuve en el Congreso, es decir, el equivalente a la quinta parte del total de día laborales. Aunque, obviamente, me pagaron a pesar de mis ausencias. Esteee… no, espera. Eso no. Más bien, evalúenme por mi gran labor legislativa, la cual consistió en producir 126 proyectos de ley, los cuales fueron aprobados 33, casi tantos como los que tuvo la gran parlamentaria Susy Díaz—no, no. Tampoco me juzguen por eso. ¡Ahí está! Mírenme como una gran profesional, que pudo estudiar en USA, (aunque no hablo ni michi ni inglés) y que luego pudo trabajar como… eh… estee… ¡PRESIDENTA DE MI PROPIO PARTIDO SOLO POR SER LA HIJA DE ALBERTO! ¡Sí! Eso es. Por eso debo ser juzgada”, finalizó Keiko mientras trataba que su esposo tuviera un trabajo aunque sea como turista en algún comercial de PROMPERÚ.

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