Estaba enamorada de François hasta que me enteré de que era cholo

Must read

María Antonia Berckemeyer de Ozambela (33, Chacarilla del Estanque)

Querido y nunca bien ponderado uncle Vladi, llego a ti otra vez en situación de desgracia. Y es que una señorita como yo del Saint Silver está condenada al sufrimiento. Te cuento que terminé con Marcelo por su obsesión por las chicas del Cimax que no pudo curar (había llegado al punto de vestirse él mismo con el uniforme para poder tocarse cuando estuviera solo. What a creep!). Luego de mucha psicoterapia y Xanax ya había superado ese trauma generado por el Síndrome de Al Fondo Hay Sitio, cuando de pronto apareció en mi vida un ser idílico que además entendía a la perfección mi modo de pensar, cosa que la gente vulgar de Lima no entiende y que, por ello, te llegan a tildar de racista, clasista y prejuiciosa, sin saber lo difícil que es ser blanca en este mundo lleno de puertas. Anyway, se trataba nada más y nada menos que de un especialista en las Ciencias Sociales, con mucha conciencia del país en que nos tocó vivir y que al ser un alma caritativa hacía labor de responsabilidad social como investigador del Instituto de Estudios Cholos del Perú (IECHPE) y como colaborador de El Panfleto Perú (algo parecido al catálogo de CyZone pero con más letras y colores). Él es conocido en el argot chinesco como François Müller Miró-Llosa Althaus de la Jaus (beautiful last name, doc).

A François siempre lo alucinaba churrazo, algo así como el Ministro de Economía que se hace a Nadine pero más gringo. Ojos tornasolados, cabello de Thor, una barba de leñador irlandés que no se ha rasurado en un par de años y dando clases en Yale acerca de por qué se fue del Perú y luego regresó. Y hasta había buscado en internet qué cosa era una ciencia social (jiji, siempre me da risa decirlo “ciencia – social”. That’s hippie, stuff, doc!). Esperaba que algún día pudiéramos compartir opiniones sobre la importancia de una república de indios y que me hiciera el amor al notar que usaba channel number three. Pero de pronto esos sueños de quinceañera fina empezaron a desmoronarse.

Todo empezó cuando este sujeto, un tal Llei Ci Ortencio, se reveló a sí mismo como el doctor François. Para mí fue súper divertido porque el brownish individuo se parecía al taxista de mi chofer. En principio lo tomé como una broma, ya que pensaba que era un desubicado fanático del Dr. François que se hacía pasar por él porque no tenía espejo en su casa. Pero luego vi que algunas personas empezaron a darle likes y que hasta le comentaban y lo tomaban en serio. Lo cual ya empezó a llamar mi atención… y mi preocupación.

Me negué a pensar que un intelectual de vanguardia con tanto talento pudiera tener tanta melanina. Hasta que un día sucedió la tragedia. Grande fue mi desgracia cuando en una excursión por tiendas Wong, cuando acompañaba a Hipólita, mi “madrina”, encontré un diario La República en la que salía la carota del sujeto este y decían que ¡él era el verdadero Francois! Oh, God, Why? Isn’t being peruvian punishment enough? ¿En serio? ¿Me estás hueveandooo? Cómo esa puerta sin llave ni cerrojo podría ser un especialista siquiera en cobro de peajes!

Cuando vi eso sentí cómo resurgía mi síndrome del colon irritable. No podía creerlo, cuando se dejaba el bigote parecía un Tony Stark de Caja de Agua. ¿Cómo un especialista en cholos podía ser cholo? ¡Y encima ni siquiera era del IEP o DESCO! Sino seguramente de algún curso de verano del EIGER. Además, y con esto le digo todo, no solo era cholo, era serrano! Huancaíno, el pobre. Are those people even real, doc? Evidentemente lo único de ese lugar que conocía eran las huancaian potatos. Pero pensaba que eran una invención del buffet de MiPerú. Luego me dijeron que este sujeto vivía en el Cono Norte, lugar que nunca pisaré porque el único norte bueno es donde está Máncora.

Uncle Vladi, estoy descorazonada. Yo lo creía Charlie Hebdo y era tremendo Charlie Brown! Mi corazón está nuevamente roto. He sido marroneada en el amor una vez más. I need your advice, doc. Please help. CONSEJO DEL TÍO VLADI
montesinosQuerida sobrina, debo decirte que no eres la única persona que sufrió tal decepción. Debes saber que él empezó a trabajar en el IECHPE por correspondencia. Probablemente todavía no todos saben que es… bueno, lo opuesto a un François. Su sombra, si se quiere. Pero algo bueno hay en ese ser de imagen irrespetuosa. Cuando yo dominaba el mundo al lado de mi chino, tratamos de que nos hiciera una nota para El Chino acerca de la segunda venida de Satanás si Tudela no salía como congresista, pero él se negó rotundamente. Demostrando así que no todos los huancaínos son malos. Sigue buscando el amor verdadero y evita volver a cometer ese tipo de confusiones de matiz. Por ello, te adjuntamos una paleta de colores para que sepas diferenciar hasta entre un blanco cajacho y un blanco humo. Tu número de suerte: 60, que es la expectativa de vida de un peruano promedio. ¡Dignidad ante todo, darling!

- Advertisement -spot_img

More articles

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Advertisement -spot_img

Latest article